A raquetazo limpio (¡Grande, Lucho!)

Es de conocimiento público que Luis Horna (Perú), junto a Pablo Cuevas (Uruguay), alzó el trofeo del Roland Garros, luego de aplastar al dúo conformado por Daniel Néstor (Canadá) y Nenad Zimonjic (Serbia) en tan solo 56 minutos por 6-2 y 6-3( http://www.larepublica.com.pe/content/view/225403/472/ )
Es de conocimiento público, asimismo, que semejante proeza lograda por un perseverante Lucho, y un complementario Pablo, los sitúa como la primera pareja latinoamericana en ganar un Grand Slam, y eventualmente escribe con letras de oro el nombre de nuestro país en la Historia del Tenis. Como tenistas profesionales, el triunfo es unicamente de ambos. Puesto que en sus paises recibieron escaso apoyo, y ellos supieron anteponerse a las adversidades.
Qué otra hazaña tendrá que lograr Horna para ser laureado como debería en Palacio de Gobierno, tal como hicieron con Los Jotitas, a quienes, por llegar a un resultado mediocre- cuartos de final en el Mundial Sub17, disputado en Corea- les ‘‘recompensaron’’ con 5 mil dólares, a cada integrante.
Por otro lado, hace algunas horas, la selección nacional de fulbito fue humillada por su par de México con un marcador de 4-0. No es ningún consuelo que argumenten que ‘‘solo fue un amistoso’’. ( http://www.elcomercio.com.pe/ediciononline/html/2008-06-08/mexico-goleo-4-0-peru-partido-amistoso-jugado-chicago.html )
Con un resultado tan desolador, resulta utópico siquiera pensar en clasificar al próximo Mundial. Una receta sería aplicable a largo plazo: concentrarnos en los semilleros, en las categorías recién iniciadas, para inculcarles no solo el ámbito técnico, sino de conducta. Ocurre que ‘‘los profesionales’’ del fútbol en nuestro país andan desmotivados, se ven envueltos por escándalos, salen a parrandear de noche, se van de putas, no logran a plenitud el proceso de concentración, improvisan demasiado; tal vez de niños les faltó la disciplina necesaria, probablemente no recibieron el cariño suficiente de parte de sus padres.
En este blog, hace algunos días, instábamos a darle mayor importancia a los deportes ‘‘que sí nos dan triunfos palpables’’ como el ajedrez con Emilio Córdoba, el surf con Sofía Mulanovich, el tenis con Luís Horna, el optimist con los Zimmermann, etc. La última palabra la tienen los señores que manejan las carteras de los presupuestos para el IPD, depende de ellos despertar del letargo, reinvindicar los deportes productivos y exitosos de nuestro país, y dejar de lado a los deportes infructuosos que causan daño, y quiebran las ilusiones de un pueblo.

|